Terapia infantil
En muchas ocasiones los niños, al igual que los adultos, deben hacer frente a situaciones complicadas que pueden suponer para ellos un estrés al que no están acostumbrados. Esta situación desconocida puede llegarles a causar un problema al no saber cómo enfrentarse a ella.
La terapia psicológica puede ayudarles a compartir sus sentimientos para aprender a lidiar con sus dificultades emocionales y conductuales además de estimular su desarrollo y crecimiento. Esto supone, también, una ayuda para las familias que, en ocasiones, no son capaces de enfrentarse a estos problemas por sí mismas.
En la terapia infantil se trabaja con los niños mediante juegos y otras actividades lúdicas para ayudarles a expresar sus sentimientos y preocupaciones de una forma natural. En ocasiones la terapia individual va acompañada de sesiones familiares para involucrar a toda la familia en la búsqueda del bienestar final del niño.
Hay algunos comportamientos que indican que un niño debería acudir a terapia como:
- Problemas de conducta (agresividad, trastornos alimenticios).
- Cambios en el comportamiento (tristeza, depresión, bajada en el rendimiento escolar).
- Cambios de humor.
- Acoso escolar.
- Aislamiento o falta de motivación para relacionarse con otros niños.
- Lidiar con situaciones graves como enfermedad de algún familiar cercano.
- Abuso sexual o maltrato.
- Dificultades del aprendizaje (retrasos en el desarrollo del lenguaje, hiperactividad, déficit de atención).